Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2014

Como un ave al migrar.

La lluvia repiqueteaba contra el cristal. Había caído la noche, y las luces propias de la ciudad se difuminaban a través de la ventana de la cafetería. Hacía frío. Llevaba guantes que protegían sus manos, pero siempre era agradable aferrarse a la taza de café caliente como a un clavo ardiendo. Sabía que no tardarían en echarla. La cafetería estaba a punto de cerrar y apenas había un par de personas más desperdigadas por allí. Sin embargo, hacía tiempo que no tenía lugar donde refugiarse. Sus pensamientos fluían como un torrente a punto de desbordarse. Su casa se le hacía insulsa y gris. Dormir en la calle nunca le había atraído. ¿Entonces? Sorbió un poco de café y volvió a depositar la taza sobre la mesa. Quería viajar. Irse. O perderse, no lo tenía muy claro. Sólo sabía que quería largarse de allí. Estirar la mano y atrapar la vida. O dejarla libre. Tal vez con sus ahorros podría mudarse a otro país. Estar una temporada en un sitio distinto, sin rumbo fijo, como una nómada.