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Mostrando entradas de junio, 2013

Sever & Synne: segunda parte.

Lucan había sido amable, pero su compañía la incomodaba. Era un maestro adulador y su afán por intentar llegar hasta ella era demasiado persistente. Además, el hecho de que tratase a todas las damas de la misma forma era algo que la irritaba sobremanera. No, no estaba hecho para ella. O al menos la pequeña Synne no tenía el más mínimo interés en él. Era capaz de ver su atractivo; de hecho, comprendía hasta cierto punto que el resto de muchachas –y no tan muchachas– suspirasen cada vez que pasaba junto a ellas, pero su cabeza estaba hueca. Vacía. Su conversación se limitaba a unos cuantos piropos y a otros tantos alardes que no llevaban a ninguna parte. Ella quería historias . Las quería. Las buscaba y anhelaba con todo su ser vivir una. Por eso leía tanto. Por eso prefería permanecer cobijada bajo las ramas de un árbol sumergida en una, que pasear con ese muchacho a la merced del hastío de una mala conversación. Alzó la vista de las letras al escuchar unos pasos pesados aprox

Sever & Synne: primera parte.

Los rayos del sol traspasaban las copas de los árboles débilmente, acariciando su piel con delicadeza mientras dejaban a su paso cierta calidez gratificante. La corteza del tronco torturaba sus vértebras, pero merecía la pena esa pequeña molestia sólo por el placer de poder cobijarse bajo su sombra mientras leía el viejo volumen que había cogido prestado de la biblioteca. De hecho, estaba tan inmersa en su lectura que había logrado evadirse completamente de la realidad. *** El calor del mediodía abrasaba su armadura como si de un horno se tratase. Llevaba varias horas de pie, haciendo su guardia y, a pesar de que tenía permiso para retirarse a descansar, su testarudez le obligaba a seguir bajo el sol, vigilándola a una distancia prudencial. La seriedad era su máscara. Solía apretar los dientes y tensar los músculos de la mandíbula sin apenas percatarse. No obstante, un amago de sonrisa afloró en su interior cuando la joven estiró las piernas sobre la hierba, dejando al de