La lluvia repiqueteaba
contra el cristal. Había caído la noche, y las luces propias de la
ciudad se difuminaban a través de la ventana de la cafetería. Hacía
frío. Llevaba guantes que protegían sus manos, pero siempre era
agradable aferrarse a la taza de café caliente como a un clavo
ardiendo.
Sabía que no tardarían
en echarla. La cafetería estaba a punto de cerrar y apenas había un
par de personas más desperdigadas por allí. Sin embargo, hacía
tiempo que no tenía lugar donde refugiarse.
Sus pensamientos fluían
como un torrente a punto de desbordarse. Su casa se le hacía insulsa
y gris. Dormir en la calle nunca le había atraído. ¿Entonces?
Sorbió un poco de café y volvió a depositar la taza sobre la mesa.
Quería viajar. Irse. O
perderse, no lo tenía muy claro. Sólo sabía que quería largarse
de allí. Estirar la mano y atrapar la vida. O dejarla libre. Tal vez
con sus ahorros podría mudarse a otro país. Estar una temporada en
un sitio distinto, sin rumbo fijo, como una nómada.
Como un ave al migrar.
Sí.
La sonrisa pronto colgó
de la comisura de sus labios, repentinamente feliz. Sí. Eso haría.
Sí. Sólo tenía que echar a volar y largarse de allí. Abandonar su
vida y comenzar una nueva.
Como un ave al migrar.
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Después de siglos sin aparecer por aquí por fin los exámenes me dan tregua y puedo pasarme a leer uno de tus relatos. Hacía ya tiempo que echaba de menos la fuerza emocional de tus escritos. ¿Quién no ha tenido alguna vez la necesidad de escapar de su mundo y mudarse a otro país? ¿De huir de los problemas y las ataduras de su día a día y volar a lugares exóticos e inexplorados? Eso es lo que me inspira este relato. Ganas de huir y de vivir: ganas de libertad. De la misma forma, la ilustración es muy expresiva, la mirada perdida de la chica, como si su mente ya estuviera vagando por paisajes exóticos e inexplorados. Como siempre, muy buen trabajo
ResponderEliminarAy, Athenea, cuánto me alegro de tenerte de vuelta por estos lares. Te he echado de menos, sinceramente. Me alegra mucho que vuelvas a estar activa, que tengas tiempo para ti misma y para la escritura.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu tiempo y por pasarte a comentar, en serio. Valoro mucho tu opinión. ♥
Ay, Sun, perdóname porque no te he comentado antes. De hecho, leí el relato hace unos días pero se me olvidó opinar.
ResponderEliminarMe ha parecido precioso, sinceramente. Ese ansia de libertad, de buscar otros mundos distintos, dejar el pasado... las frases cortas han intensificado el deseo de la chica, has expresado todo con muchísima claridad. Y me he sentido identificada, la verdad. De volar. Volar e irme lejos. Y despedirme del mundo conocido con un adiós, hasta siempre.
Me ha encantado, de verdad. Un beso muy fuerte.
No te preocupes, no tengo prisa y mi blog tampoco. Lee y comenta cuando te apetezca. :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Laura. Me alegra mucho que os haya gustado. En ocasiones me cuestiono a mí misma si lo estaré haciendo lo suficientemente bien -y en cierto modo sé que no porque siempre se puede mejorar-, pero cuando leo vuestras opiniones siempre me sacáis sonrisas enormes.
Muchas gracias por vuestras críticas, en serio, tanto si son positivas como negativas.
Otro beso para ti, bonita. ♥
Me ha gustado mucho el relato, escribes súper bien y me ha hecho sentir identificada porque ¿quién no se ha sentido así alguna vez? me quedo por aquí de seguidora ^^ Yo acabo de empezar a publicar un relato en mi blog por si te interesa te dejo el link ;) http://janekarstark.blogspot.com.es/
ResponderEliminarUn beso!!