Un soplo de aire fresco entró rápidamente por la ventana, haciendo ondear las cortinas blancas.
–Mátala.
Abrió los ojos de golpe, asustada, presa de una pesadilla.
–Mátala.
Se incorporó de la cama. La voz había sido real. Echó un vistazo rápido a su compañera de habitación, pero dormía plácidamente acurrucada entre las sábanas. No había hablado ella, por lo tanto, había alguien más en el dormitorio. Se quedó paralizada, sin atreverse a mover ni un solo músculo. Incluso le dio la sensación de que su corazón había muerto durante un breve lapso de tiempo.
–Mátala –sonó con más fuerza.
Su órgano bombeó la sangre con histeria, completamente descontrolado. Venía del cuarto de baño. Había un hombre escondido ahí, entre las sombras, esperándola. Tragó saliva. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Por la ventana?
–Mátala.
Una sombra alargada se deslizó por el suelo de la habitación, lo que significaba que fuera quien fuese el que estaba oculto en el lavabo, estaba saliendo de su escondrijo. Se encogió sobre sí misma y ocultó su rostro con las manos, muerta de miedo. Apretó sus oídos con los pulgares y esperó durante unos segundos. Cuando los destapó la voz había desaparecido. Suspiró, todavía con los ojos ocultos tras sus manos. Finalmente decidió liberar su visión con la esperanza de que aquel hombre se hubiera marchado. Sin embargo, la luz de la luna que se colaba por la ventana mostró a un adulto a los pies de su cama, aguardando. Infló los pulmones de aire y abrió la boca para gritar con todas sus fuerzas, pidiendo ayuda, pero él se llevó el dedo índice a los labios, deteniéndola. Desvió la mirada hacia la mujer que dormía en el colchón contiguo, antes de volver a pronunciar su orden:
–Mátala –su voz se deformó.
Se puso en pie y se acercó a su compañera, en silencio, mientras un escalofrío le torturaba las vértebras.
–¡Mátala! –urgió.
Se giró hacia él, indecisa. Una nariz larga y retorcida destacaba en su rostro, mientras que la sonrisa macabra dejaba al descubierto una dentadura irregular y sin ningún tipo de atractivo.
–¡Mátala de una vez! –las palabras se convirtieron en un siseo agudo y espeluznante.
Frunció el ceño, apretó los dientes y agarró su almohada con fuerza, para posteriormente presionarla contra el rostro de la mujer, que se despertó asustada y pataleando con fuerza, intentando liberase.
–Mátala. Mátala. Mátala. Mátala. Mátala.
Apretó la almohada con rabia, notando el cráneo que había debajo hasta que el cuerpo dejó de moverse, inerte. Miró al hombre, indecisa, pero éste había desaparecido. Suspiró aliviada, sintiendo que se había quitado una pesada carda de los hombros. Se tumbó en la cama del hospital psiquiátrico y se fue a dormir, agotada por el cansancio.
O sea que la tía es esquizofrénica o algo así, ¿no? Oye voces y ve personas que no existen que la obligan a hacer cosas que no desea hacer.
ResponderEliminarMe ha parecido muy buen relato, aunque quizá un poco corto. Claro que tampoco tenía sentido hacerlo más largo, has reflejado lo que tenías que reflejar a la perfección. Me ha gustado mucho porque como ya te he dicho, es diferente a lo que sueles escribir, y variar la temática siempre es abrirse nuevos horizontes y demostrarte a ti misma que puedes enfrentarte a nuevos retos. ¡Un beso!
Leí en tuenti que se trataría de un relato sobre un trastorno y me ha llamado la atención.
ResponderEliminarHay una cosa que sí me ha resultado "rara" o más bien te hayas equivocado: los oídos se suelen tapar o con los dedos índices o con la palma de la mano, xD no puedo imaginarme el hacerlo con los pulgares (señalo más bien el hecho de que pones "dedos pulgares" o son dedos o son pulgares.
Me recuerda a los esquizofrénicos con episodios paranoides, o incluso más bien una psicosis... Bueno no, lo identifico más con la esquizofrenia por la alucinación visual y auditiva, que son más comunes en ese trastorno.
¿He acertado? *.*
Otra cosa más... Lo del cráneo...¿No sería la cabeza en su conjunto? Lo que las víctimas de asfixia suelen hacer es dar patadas, manotazos, e incluso arañar a quien les está ahogando. Quizás eso tendrías que matizarlo, pero como algo puntual más que otra cosa xD
Igualmente, sigue estando genial :) Un saludo!
Sí, exacto: la chica no está en sus plenas facultades mentales e imagina y oye cosas que en realidad no existen. Sería, como bien habéis dicho, una esquizofrenia.
ResponderEliminarMi madre también me ha dicho que es corto, jajaja. xD Muchas gracias por tus palabras, Athenea, en serio.
He corregido lo de los pulgares, pero por me refería a que cuando uno se tapa la cara con las manos (y éstas están en posición vertical), los pulgares se pueden separar y alcanzar los oídos perfectamente.
Y con respecto a lo del cráneo, lo he hecho adrede. Sé que es lo correcto sería "la cabeza", pero creo que ahí queda mejor cráneo. Es como más llamativo. :)
Muchas gracias por la valoración. En serio. Me ha servido de mucho. :)
Otro beso para ti. (L)
Eyyy!!1 Que bueno *O* Pensé que de verdad había algo ahi, no sé un demonio o algo XDD Me encanta el desenlace, no me lo esperaba, sobre todo cuando dice que se quedó aliviada XDD Aliviada... ¿de haber matado a su compañera de habitación? XDD Pues sí que tenía que ser pesada Muhajaja!! Un relato alucinante =P
ResponderEliminar¡GUAU! Qué bien escribes, me he mentido en la historia al completo. En serio sigue así, de este pequeño texto se podría sacar una historia con muchos misterios porque esto podría ser el principio.
ResponderEliminarTe animo a que sigas con la historia a modo de capítulos. ;)
¡Un beso, te sigo sin duda! :D
http://undespertador.blogspot.com/
Impactante!!
ResponderEliminar(pocas palabras pero una sensación :)
Ha sido muy intenso. Aunque, me pregunto (sólo pregunto): ¿se puede ahogar tan fácilmente a alguien?
ResponderEliminarEl relato es corto pero impactante, como ha puesto Kate, me ha encantado. ¡Un beso!
OMG.
ResponderEliminarMe quedado a cuadros en leerlo, de verdad... Ha sido un relato muy original y particular. Y me ha fascinado, en serio.
Lo que más que ha gustado ha sido el final, cuando la chica, tan fresca, se vuelve a dormir.
Has acertado de pleno en este relato y sobretodo al final...
Me ha gustado mucho (L)
Mátala...
ResponderEliminarLa reiteración de esa palabra durante todo el relato lo hace muy siniestro y, al principio, como no sabes si lo oye de verdad o no, intriga mucho..
Me encanta.
Vaya… ha sido siniestro pero, a su vez, muy interesante e inquietante.
ResponderEliminarUn buen relato que muestra un cierto estudio de la mente de un asesino.
Gracias, sigue así!! XD!!
Intento de comentar 1791246800943248532, esperando éxito de la misión ^^
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