Reseña de «3096 días».

Título: 3096 días.

Autora: Natascha Kampusch.

Editorial: Aguilar.

Género: autobiografía, drama, terror.

Número de páginas: 240.

Precio: 7’59€ (digital. Ya no se edita en papel).

Sinopsis:

Natascha Kampusch relata los ocho años de secuestro que sufrió a manos de Wolfgang Priklopil, un ingeniero en electrónica de mediana edad que vivía a escasos kilómetros de la familia Kampusch en Viena. Un testimonio desgarrador sobre el instinto de supervivencia en el que una niña de 10 años establece una relación de dependencia con su secuestrador para poder sobrevivir en un zulo de apenas cinco metros cuadrados, iluminado por una sola bombilla y aireado por un ventilador renqueante que gira día y noche.
Ella explica y razona cómo para sobrevivir tenía que obligarse a sí misma a perdonar a diario los abusos sufridos para poder aguantar un día más la tortura física y psicológica. La pérdida de contacto con la realidad la debilita tanto que tiene que hacerse una reconstrucción mental para lograr reunir fuerzas y conseguir escapar de ese infierno.

Opinión personal:

Cuando leí el libro ya conocía la historia de Natascha Kampusch porque años atrás había visto la película 3096 días (2013). Aunque sabía que estaba basada en una historia real, no tenía ni idea de que existía un libro autobiográfico (pensaba que para poder filmarla se habrían basado en la información de las noticias y en lo que les hubiera contado la autora).

El caso es que este año he descubierto el libro y he sentido casi el deber de leerlo.

Como habréis podido imaginar por la sinopsis, no es una historia agradable de leer. No voy a valorar los «puntos negativos y positivos» en esta ocasión porque creo que sería inapropiado para un libro como este, pero sí que quiero mencionar y hacer hincapié en varios aspectos:

Desde el principio Natascha le cuenta al lector que tuvo una infancia infeliz: se sentía una carga para su familia, mientras que en la escuela le ocurrieron sucesos bastante graves que, poco a poco, la hicieron ser una chica muy insegura y tímida. Es decir, ni siquiera el inicio de su historia es agradable.

Por otro lado, una vez es secuestrada por Wolfgang Priklopil, Natascha cuenta con bastantes detalles cómo era el zulo, cuáles eran sus miedos, sus inseguridades, qué tipo de maltratos le aplicaba su secuestrador, etc. Imaginad una niña de 10 años viviendo el final de su infancia y toda su adolescencia con un monstruo. La etapa más importante de su vida, donde se desarrolla su personalidad, a manos de un trastornado. (Esto lo menciono porque leer esas atrocidades es durísimo y considero apropiado advertir de ello a los lectores más empáticos).

Asimismo, el lector ve cómo Natascha perdona una y otra y otra vez a Priklopil mientras ella intenta comprender por qué él le hace esas cosas. Natascha no odia a su secuestrador y, aunque es plenamente consciente de todo el daño —físico y mental— que le hace, al final siempre se pone de su parte para poder sobrevivir. Esto a mí me generó mucha rabia, impotencia y frustración. Es evidente que la víctima va a hacer todo lo posible por sobrevivir, pero verla ceder a los deseos paranoicos del monstruo se me hizo muy duro y frustrante.

Sin embargo, he de decir que una parte de Natascha nunca se doblega pese a los continuos esfuerzos de Priklopil por anularla. Y es precisamente ese deseo de escapar y de vivir lo que logró mantenerla con vida durante ocho largos años, hasta que finalmente consiguió liberarse.

—Es evidente que me tengo que marchar. Debías haber contado con ello desde el principio. Uno de nosotros debe morir, ya no queda otra salida. O me matas o me dejas libre. […] (Natascha a su secuestrador).

¿Recomiendo el libro?

Sí, evidentemente. No por una cuestión morbosa, sino más bien empática y educativa. En general, la gente no está preparada para ponerse en el lugar de las víctimas —sean del tipo que sean—, ni para comprenderlas. Se las cuestiona continuamente, no se les da suficiente importancia a sus relatos y al final se las culpabiliza. (La propia Natascha se queja de esto mismo al final de su autobiografía).

Además, también os recomiendo que veáis la película 3096 días (2013), puesto que está increíblemente bien adaptada: los escenarios son calcados a los reales, aparecen la mayoría de escenas del libro y la actuación de los actores es magistral.

     Os dejo por aquí el tráiler y me despido hasta la próxima entrada: