Una oscuridad espesa
asfixiaba la habitación, aplastándola y sometiéndola a un mundo de
tinieblas constante. Algo brilló, sin embargo, entre toda aquella
penumbra. Un destello dorado traspasó la tela opaca que cubría el
tarro de cristal, haciendo un esfuerzo por abrirse paso entre las
sombras y proporcionar cierta calidez al entorno hostil en el que se
hallaba. El centelleo se repitió un par de veces más, sin ser
consciente de que un par de ojos vidriosos observaban maravillados
los chispazos de luz que bombardeaban la habitación en una débil
danza rítmica.
Algo se deslizó entre
las sombras, aproximándose al recipiente luminoso que estaba
llamando tanto la atención. Una mano peluda, –más propia de un
gato que de un humano–, retiró el trapo que cubría el tarro de
cristal, dejando al descubierto la figura resplandeciente de un ser
menudo atrapado en su interior.
¿Una luciérnaga? No.
El híbrido ladeó la
cabeza, observando a aquella criatura con verdadera fascinación. Le
había costado mucho atraparla, pero el esfuerzo había merecido la
pena.
Se trataba de un hada.
Las curvas sugerentes que
se deducían bajo el fino vestido –hecho con algún tipo de
planta–, dejaban entrever que se trataba de una criatura femenina.
Sí, así era. El pelo aceitunado le caía con soltura más allá de
los hombros, formando densos torrentes de tirabuzones que enmarcaban
unos rasgos faciales delicados. Unos ojos negros, –compuestos
únicamente por la pupila–, resaltaban frente a la nariz pequeña y
los labios carnosos, apretados en una mueca de horror.
Rodeó rápidamente la
cárcel de vidrio para poder contemplar aquella diminuta estrella
desde otro punto de vista.
Unas alas translúcidas,
–de apariencia terriblemente frágil–, la suspendían
momentáneamente en el aire, desprendiendo diversas motas de color
dorado que juntas formaban un aura refulgente a su alrededor.
El hada pegó su espalda
contra el cristal, acariciando el suelo con los pies mientras
aplastaba sus delicadas alas tras ella, asustada. Sus ojillos
nerviosos recorrían continuamente el enorme rostro gatuno que la
contemplaba descaradamente desde el otro lado de vidrio.
¿Por qué la había
encerrado en aquel recipiente?
Tragó saliva y alzó la
vista, buscando en el techo una vía de escape. No obstante, el tarro
estaba fuertemente sellado. Frunció el ceño, notando como el miedo
se convertía en rabia. Se abalanzó rápidamente contra la pared de
vidrio que tenía enfrente, intentando traspasarlo para apresar la
nariz triangular que la olfateaba desde el otro lado entre sus
diminutos dientes. Sin embargo, el cristal era demasiado grueso, lo
que provocó que su cuerpo rebotara debido al impacto, desplomándose
en el suelo como una muñeca de tela.
Se sintió magullada y
debilitada. Su constitución frágil no le permitía realizar
demasiados esfuerzos físicos, lo cual era un claro inconveniente en
situaciones como esa. Ni siquiera intentó levantarse, simplemente
adoptó una posición fetal para mantener el poco calor corporal que
le quedaba.
El híbrido recogió el
recipiente de la superficie de la mesa para colocarse debajo de ésta
con una rapidez propia de un felino, agitando su larga cola pardusca
tras él.
La oscuridad aumentó
momentáneamente, pero los destellos que producía el hada se
hicieron más intensos, dotando a la estancia de hermosos matices
dorados. Inclinó la cabeza hacia un lado mientras apretaba el tarro
contra su pecho, cubierto con un pelaje lacio y suave.
No tardaría mucho en
asfixiarse.
El recipiente era pequeño
y el oxígeno que albergaba dentro se consumía rápidamente en los
pulmones del ser feérico, debilitándola poco a poco. Incluso los
pequeños haces de luz que desprendían sus alas chisporroteaban cada
vez con menos fuerza, dejando constancia de que el último aliento
estaba a punto de abandonarla.
Pero no podía liberarla.
Le había costado un soberano esfuerzo atrapar la belleza,
y prefería verla morir lentamente antes que dejar que se esfumara
entre sus dedos.
Alzó el tarro hasta
colocarlo a la altura de sus ojos ambarinos, todavía escondido
debajo de la mesa. El hada le lanzó una última mirada suplicante
antes de resignarse a morir asfixiada.
El destello luminoso se
apagó repentinamente, sumiendo en la habitación en la más oscura
de las tinieblas.
Increíble... me ha transmitido un montón de cosas y casi lo he visto delante de mi mientras leía, escribes de forma increíble y me encanta. La escena con el hada es hermosa pero el final muy triste.. felicidades por esta entrada =)
ResponderEliminarhttp://leyendasveladas.blogspot.com.es/
Me ha gustado mucho. Es un relato original y de una temática muy interesante. Me ha gustado mucho tu forma de escribir, ya te lo digo siempre, en realidad. xD
ResponderEliminarLa imagen que das (la habitación en penumbra, el felino anhelando la belleza que no tiene) es muy definida y, al describir la luz dorada del hada, he sentido como si estuviese allí.
La descripción del hada me ha recordado mucho a Gerde, un personaje feérico de "Memorias de Idhún". Pobrecilla, por cierto.
Total, que en conclusión me ha gustado bastante y lo has escrito de una manera especial para meterse en la piel del hada.
Un beso. (=
PD: Tienes un fallo ortográfico aquí: "Sin embargo, el cristal era demasiado grueso, lo que provocó que su cuerpo revotara..."; "rebotar" es con "b". :)
Muchas gracias por darme vuestra opinión. :)
EliminarMe alegra que te haya gustado, Laura. ¡Y muchas gracias por decirme el fallo, se me había pasado! D:
Bonsoir, ma belle! Lo primero es que siento el retraso. Después, que es refrescante leer algo tuyo que no esté relacionado con "Sun Burdock". También cabe destacar lo novedoso de la temática, que, en mi opinión, se descubre al final del relato, cuando se hace evidente que el híbrido gatuno lo que anhela es la belleza, no la vida del hada. Podría considerarse una metáfora con la sociedad actual, donde todos buscamos la belleza exterior, especialmente si nosotros no la poseemos, y no nos importa arriesgar nuestra propia salud (nuestra vida) para conseguirla.
ResponderEliminarNo obstante, debo reconocer que el relato no me ha calado hondo. Lo que quiero decir es que he leído otros relatos tuyos que, quizá por la temática o tal vez por la forma en que estaban escritos, que me han llegado al alma, me han hecho conectar con los personajes y meterme dentro de la historia y, éste en particular no lo ha conseguido.
By the way, no es que sea un error ortográfico ni nada por parecido, pero en la quinta línea del primer párrafo has puesto dos veces la expresión "un par" en la misma frase, y estilísticamente queda un poco mal. ¡Un beso!
Holaaaaa!!! ¡Cuánto tiempo! Se me ha hecho largo no leer nada tuyo u.u Ahora al lio, me ha gustado, tanto la forma de describir el ambiente oscuro, triste, sombrío, sin luz, aparentemente sin vida. Me ha gustado. Coincido en lo de la descripción del hada con Gerde de memorias de Idhún, quçe pena que a ella no la encerraran en un tarro hasta que se axfisiara XDD En fin, a lo que voy que me desvío, creo que como ha dicho Athenea puede representar un reflejo de nuestra sociedad. Yo añoro la belleza y haré cualquier cosa para tenerla, incluso lopeor (matar en este caso), y más cuando ha costado muchoconseguirla. Me ha hecho recordar otro de tus relatos relacionado con la belleza (el de la joven que visita a la bruja porque quiere ser hermosa). A mi me ha guatso, en especial la descripción de la atmosfera que rodea al relato, tan lúgubre, tan peligrosa...
ResponderEliminarUn besote enorme y un gustazo leerte de nuevo!!! =D
Muchas gracias por los comentarios, chicas.
ResponderEliminarP.D: Athenea, en cuanto pueda rectifico lo que me has dicho. Tienes razón.
Besos.
¡Echaba de menos tus relatos!
ResponderEliminarBueno, lo primero es que no sé por qué no te imaginaba escribiendo algo así, como me he acostumbrado a leer cosas tuyas sin que tengan que ver con la fantasía... de algún modo te había "encasillado", por así decirlo, y ahora esto me ha chocado bastante, la verdad x)
A mí las hadas me encantan, son preciosas :3 Y el híbrido, me habría gustado que le hubieras descrito un poco más, pero bueno, así le envuelve un halo de misterio (:
En fin, me ha gustado mucho, he sido capaz de ver imágenes leyendo, en serio. Genial.
Un beso enorme (: