El grifo de la bañera
goteaba. Una y otra vez, sin descanso. Se hacía repetitivo, pero eso
la relajaba como a una niña pequeña. Las gotas colisionaban contra
el agua, fundiéndose con ella y aumentando levemente su volumen.
Inspiró hondo. Cerró
los ojos. Tragó saliva.
Tanta angustia la estaba
pudriendo por dentro, pero ya no importaba. Echó la cabeza hacia
atrás mientras el tiempo parecía detenerse. O tal vez se hubiera
detenido ya.
Desvió la vista hacia
sus muñecas, donde unos cortes liberaban parte de ella. Una parte
que teñía el agua de carmín.
No; el tiempo todavía no
se había parado. El reloj seguía funcionando y su vida seguía
siendo la misma.
Esbozó una media
sonrisa. Tenía que ser paciente. Su piel había adquirido ya el
color blanquecino de la muerte.
Sólo tenía que ser
paciente.
Para ver mis fotos, pincha aquí.
¡Me ha dado mal royo! En serio.
ResponderEliminarHa sido tan real que se me han puesto los pelos de punta, desde el principio, sabes que algo no va bien con esa muchacha, pero no sabes que ya se acerca su fin... Es extraño, como podemos transmitir estas cosas.
Me ha gustado, pero sería interesante ver por qué decide hacer eso, estaría bien saber por lo qué a pasado.
Un besazo.
Ay, qué grima. Está tan bien escrito que te imaginas la escena perfectamente, y por eso me ha parecido buenísimo y horrible a un tiempo.
ResponderEliminarEspeluznante, Sun. Enhorabuena. :)
Pero qué crack!! XD Me encanta,es tan...uff,me gusta muchísimo. Cuando ha empezado en la bañera no sé por qué se me ha venido a la mente un suicidio XDD Es muy bonito(y muy corto ¬¬). Me encantan tus escritos,son siempre tan gráficos, es fácil ver lo que escribes^.^
ResponderEliminarUn besote y voy a ponerme al día.
P.D: Tía, tengo que recomendarte un libro que es la leche.... Se llama "Aire Fresco" de una tal Edurne. ¿Lo conoces? =P
Muchísimas gracias, chicas. Me alegra que os haya gustado. :) Mi intención no era la de provocar miedo, pero me satisface pensar que os he hecho sentir, simplemente.
ResponderEliminarP.D.Esther: No sé, no sé... Me suena de algo, pero no caigo. Jajajaja. Muchas gracias Esther. (L)
Qué tétrico... A mí, personalmente, no me ha infundido miedo, no, sino una horrible sensación de abandono (y un poquito de grima, todo sea dicho). Eso ya es un punto a tu favor como escritora. Hacer sentir. Es más difícil de lo que parece.
ResponderEliminarMe ha encantado. Ya sabes que me van los relatos sanguinolentos y tétricos y éste lo has descrito de forma impecable. Eso sí, se me ha hecho muy corto. Sorry por la tardanza. ¡Un beso!
ResponderEliminar