Extendió las manos hacia el fuego de la chimenea, en
un vano intento por entrar en calor. Sin embargo, algo captó su atención por el
rabillo del ojo. Al volverse, vislumbró una luciérnaga purpúrea volando junto a
él. Gruñó. Alcanzó el volumen que descansaba sobre la mesa y la aplastó contra
la superficie de madera. Cuando retiró el grueso libro descubrió que el insecto
había triplicado su tamaño, desvelando así su verdadera forma. Había matado un
hada.
La imagen pertenece a ElenaDudina. Para verla con mejor calidad pincha aquí.
Contundente relato, muy bien narrado :)
ResponderEliminarCatapún. ¿Cómo logras impactar tanto con tan pocas palabras?
ResponderEliminarAparte de eso, la ilustración es preciosa. :)
Besos.
Muchas gracias, Laura. Me alegra que te haya gustado.
EliminarComo ya he dicho en el pie de foto, la ilustración no es mía. Si quieres ver más dibujos de la artista sólo tienes que pinchar el link de la entrada y cotillear su galería. Tiene cosas muy chulas. ^^