Autora:
Anna Day.
Editorial: RBA
Molino.
Traducción:
Blanca Rodríguez y Ana Isabel Sánchez.
Género: distopía.
Número
de páginas: 494.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Precio: 18€.
Sinopsis:
Hay historias que marcan.
El sueño de Violet se convierte en realidad cuando ella y sus
amigos son trasladados al universo de El
baile del ahorcado, su saga de novelas y películas favorita.
Atrapada en una historia oscura y peligrosa cuyas reglas no
conoce tan bien como creía, Violet deberá convertirse en la heroína que siempre
quiso ser.
Aunque eso signifique bailar el baile del ahorcado.
Opinión personal:
He de confesar que compré el libro porque la sinopsis y la
portada me parecieron muy atractivas, pero también que empecé a leer el libro
el 28 de abril y lo terminé el 10 de junio porque no conseguía engancharme.
Tal y como menciona la sinopsis, Violet viaja junto a sus dos
amigas —Alice y Katie— y a su hermano —Nate— al mundo de El baile del ahorcado por culpa de un suceso con el que no contaba.
Cuando todos se dan cuenta de donde están, deciden seguir el canon de la historia original para
desarrollar su propia trama e intentar escapar de esa pesadilla en la que se
ven envueltos.
Puntos negativos:
Lamento decir que tiene bastantes (de ahí que haya tardado
tanto en leerme el libro). Allá voy:
Hay algunos errores en el estilo de la traducción. No son
muchos, ni tampoco muy graves, pero ahí están. El que más me chirrió fue este:
Sólo se le mueven
las narices, que se dilatan un poco al tomar el aire […] Pág. 54.
Las personas no tenemos varias narices y mucho menos se
dilatan al inspirar. Lo que se dilata al inspirar son las aletas de la nariz.
Otra cosa que me chirría mucho es que a uno de los personajes
secundarios se le describe utilizando la palabra psicópata. Quitando el hecho de que no se cumple el «muestra, no
cuentes», lo que está verdaderamente mal aquí es que dicho personaje… ¡No es un
psicópata! Se supone que tiene un carácter tan rancio, radical y violento hacia
los demás porque perdió al amor de su vida. Los psicópatas no pueden
enamorarse. Es imposible. La autora está empleando una palabra que exagera la
personalidad del personaje. Y lo que es peor, crea una visión errónea de cómo
son los verdaderos psicópatas. (Os recomiendo la lectura de Cara a cara con el psicópata, de Vicente
Garrido Genovés, Amor Zero, del Dr.
Iñaki Piñuel, Sin conciencia, de Robert Hare o Gritos silenciosos, de
Paula Zubiaur para saber en qué consiste un verdadero psicópata.). Pero
esperad, porque el rizo todavía se riza más: ¡la autora es psicóloga! Es decir,
que tendría que ser consciente de que está mal llamar psicópata a un personaje que en realidad no lo es. Mi conclusión es
que ha utilizado esa palabra para hacer al personaje más temible y fiero, pero
vamos, que a mi juicio ha metido la pata hasta el fondo.
Otra de las cosas que se me han atragantado es el machaque
constante hacia Alice, una de las amigas de Violet. Alice es una chica
físicamente muy atractiva que entra dentro del cliché de «rubia guapa, pero
tonta». En muchas ocasiones Violet y Katie se meten con ella por ser tan guapa
y se burlan de su libertad sexual. La ridiculizan, la critican y acaban
haciendo ciertos juicios morales que creo que sobran bastante en la historia
(parece que estén hablándoles a las lectoras y diciéndoles que no sean como
Alice). Y no, la escritora no lo ha escrito así adrede para criticar a Violet y
a Katie por sus comportamientos poco educados, básicamente porque ese no es el
tema principal de la novela y es algo muy terciario que para una lectora
jovencita pasaría inadvertido. He de decir que aunque al final Alice sale bien
parada, durante toda la trama se la demoniza mucho.
Por otro lado, hay clichés a mansalva: la chica rubia y
tonta, la chica inocente que se convierte en heroína, el «psicópata» malvado
que va y resulta que tiene sentimientos, los triángulos amorosos… Pero para mí,
el peor cliché de todos y que no tiene perdón es el que ha utilizado la
escritora para justificar cómo han viajado todos los personajes al mundo de El baile del ahorcado y cómo salen de
él. Es el cliché más típico y trillado que puede existir, el que hemos
utilizado todos los escritores noveles alguna vez. Está tan usado que no sé
cómo los editores no le han dicho algo a la autora, la verdad.
Por último, la historia es predecible a más no poder. Pensad
en esto: durante todo el libro Violet, Alice y Katie hablan de la historia de El baile del ahorcado, de los
personajes, de lo que sucede en esa historia que las chicas adoran tanto, etc.
Se sabe TODO por boca de las tres chicas. Entonces, ¿qué interés puede
despertar en el lector real que lee el libro? Tenemos el camino A, que sería el
que cuentan Violet, Alice y Katie y como es tan tan tan tan evidente, la autora
decide ir por el camino B y cambiar un poco la historia. ¿Qué ocurre? Que
elegir el camino A es tan obvio, que el lector automáticamente sabe que la
autora va a escoger el camino B. Y así es. No hay nada realmente destacable en
la trama que pille por sorpresa al lector (o por lo menos eso me ha ocurrido a
mí). Sí que es cierto que hay algunos giros en la trama —sobre todo en el
tercer tercio del libro— que la desvían un poco de su camino original, pero
para mí son giros bruscos y mal justificados. No me parece que tengan demasiado
sentido.
Puntos positivos:
El hecho de que los personajes viajen a la historia de un
libro es algo que no deja de ser curioso. Sin embargo, algo muy parecido ocurre
en Corazón de tinta, de Cornelia
Funke y en Sangre de tinta —de la
misma autora— ocurre igual que en este libro. Pero bueno, no deja de ser algo
curioso. ¿A quién no le gustaría vivir en persona uno de sus libros favoritos?
Los lectores más frikis debéis saber que El baile del ahorcado está lleno de referencias a series, actores,
libros, personajes, etc. que existen en la vida real: Sheldon Cooper, Daenerys
Targaryen, Crepúsculo, Star Wars…
En la historia hay amor romántico y, aunque está bastante
presente, no es el tema principal sobre el que gira la historia, por lo que
queda relegado a un segundo plano.
Creo que no entro dentro del público objetivo del libro y que
me habría podido gustar si lo hubiera leído con trece o catorce años, pero me
lo he leído con veinticuatro y hay errores que no puedo ignorar.
Uff, la verdad que la trama me llamaba mucho la atención pero leyendo tu reseña... lo dejo pasar jajaja
ResponderEliminarUn beso
A mí me pasó exactamente lo mismo: me ilusioné con la portada y la sinopsis y luego... ¡chasco!
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