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¿Qué ha pasado con mi novela?

A finales de 2016 publiqué esta entrada donde anuncié buenas noticias: ¡por fin había terminado mi primera novela! Estaba muy ilusionada y bueno, hoy vengo a hablar un poquito de cómo han ido las cosas durante todos estos meses. Allá voy:
Terminé mi obra en septiembre de 2016 y la dejé «reposar» hasta el verano de 2017 (creo que agosto o principios de septiembre, no lo recuerdo bien). Durante todos esos meses no abrí el documento en ninguna ocasión, no releí nada y evidentemente, tampoco corregí nada. Esto lo hice principalmente porque quería mantener las distancias con mi novela, desapegarme de ella para en el futuro ser lo más objetiva posible a la hora de corregirla. (Además, mis estudios me tenían muy muy liada. Básicamente estaba viviendo un infierno académico y personal).
El caso es que cuando llegó la hora de la corrección, me imprimí el documento y… Ay, Virgen Santísima. Entonces empezó la tortura.
Mi novela estaba llena de repeticiones, de palabras que no estaban repetidas, pero que no eran las más adecuadas, de metáforas flojas (no todas, pero había alguna que tela marinera). También vi que el principio era un poco lento y claro, me horroricé. Tuve que cambiar muchas cosas —MUCHAS—, aunque he de decir que gracias a la planificación que hice antes de empezar a escribir la novela, mi obra estaba muy bien estructurada y no tuve que hacer ningún cambio en su trama. Sólo eliminé una escena —la recorté, más bien— y añadí otra en más de 400 páginas de Word. En ese aspecto estaba —y estoy— bastante satisfecha, lo reconozco.
El caso es que la corrección se me hizo cuesta arriba, tediosa, una actividad perfecta para los que padecen insomnio. Y claro, lo que tendría que haber durado un mes, se alargó hasta diciembre de 2017. No os podéis ni imaginar la alegría y el alivio que sentí cuando terminé la primera corrección.
La primera, porque en enero de 2018 les entregué el manuscrito a mis padres —aunque no os lo creáis son mis mejores críticos— y entre los tres comenzamos una segunda corrección. Ellos me señalaron fallos que a mí se me habían pasado por alto. Me había comido alguna que otra letra, determinantes y preposiciones —sentí una rabia inmensa cuando me lo dijeron. ¿Cómo no había visto su ausencia en la primera corrección?— y me señalaron algunas expresiones que podrían mejorarse.
En resumen: corregí la novela otra vez. En total fueron dos correcciones exhaustivas y una superficial. Horrible, vamos. No se lo deseo ni a mi peor enemigo.
Ahora bien: ¿cómo se encuentra mi novela ahora mismo?
A mi juicio, bastante pulida. En la primera entrada dije que tenía pensado contratar a un corrector ortotipográfico y de estilo para que la puliera aún más, pero no lo voy a hacer. Básicamente por estos motivos fundamentales: en el futuro tengo pensado mandar la novela a una editorial y considero que ese tipo de corrección tiene que proporcionarla ella, no el autor. Yo he quitado, añadido y cambiado todo lo que en mi opinión —y en la de mis lectores cero— estaba mal. Ya he hecho la mejor versión de mi novela. No quiero —ni puedo— pagar a una tercera persona para que se tire meses con otra corrección. Eso correría a cargo de la hipotética editorial que estuviera dispuesta a publicar mi obra.
Mi novela ya tiene un punto final y es hora de que pase página, así que en las próximas semanas la registraré en la Propiedad Intelectual.
No sé cuándo empezaré a buscar editorial y a mandar el manuscrito, sinceramente. Ni siquiera sé seguro si lo voy a hacer. Estoy muy muy cansada por muchas cosas y siento que me falta energía para casi todo.
¿Qué puedo deciros de mi obra?
Poca cosa, en realidad. No mucho más de lo que dije en la anterior entrada.
El título que tiene ahora no es el mismo que el «original» (el que tenía cuando aún la estaba escribiendo). El actual se ajusta mejor a la novela —en mi opinión, claro— y es menos polémico y más evocador. (Hasta que no registre el manuscrito no puedo dar detalles, lo siento).
Tampoco puedo hablar de la sinopsis, ni del argumento, pero sí que puedo decir en qué géneros se clasificaría: romántica y fantasía épica.
Además, os puedo enseñar las estadísticas, el antes y el después de la corrección donde podréis ver que he eliminado 8.956 palabras que sobraban:

Estadísticas antes de la corrección.
Estadísticas después de la corrección.

¿Tengo algún nuevo proyecto en mente?
Lo cierto es que tengo varios desde hace años, pero están sin desarrollar. Son ideas muy básicas —dos de fantasía y una de ciencia ficción— y espero poder trabajar en una de ellas a lo largo de este año. Ahora bien, adelanto desde ya que será una obra mucho más corta que esta. Básicamente por la futura corrección. No quiero volver a pasar por algo tan eterno nunca más.
Eso es todo de momento. Si hay alguna novedad en los próximos meses, la publicaré por aquí.

Comentarios

  1. ¡Hola! ¡Bienvenida a la ardua tarea de la corrección! Yo corregí mi novela 4 o 5 veces, pero claro, yo la escribí hace 10 años, la revisé 2 después... y como es una saga y tiene que cuadrar todo... volví a revisarla varias veces hasta que por fin, tras terminar de escribir la tercera parte, decidí autopublicar la primera a través de Amazon (en parte porque me cansé de las editoriales y sus propios intereses). La última revisión que le dí antes de dejársela a los lectores cero, le quité casi 100 páginas (escenas innecesarias, diálogos que no aportaban nada...) y estoy muy muy satisfecha con el resultado. Aunque te advierto una cosa: los autores nunca estamos 100% satisfechos con nuestras novelas, siempre creeremos que algo puede estar mejor, pero algún día hay que dar el paso.

    Si me permites darte un consejo (aunque seguro que ya conoces como va todo el proceso y yo tampoco soy nadie en particular), después de que la registres en la Propiedad Intelectual, prepara una propuesta editorial y busca las editoriales que trabajen el género en el que se enmarca tu novela. Mucho cuidado con lo que te ofrecen algunas (co-ediciones en cubierta y demás) y muchísima suerte, espero que encuentres tu editorial ideal. ¿Dejarás algún avance por aquí para que podamos leerla? ¡Saludos!

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    1. ¡Hola, Yersey!
      Ya tengo la propuesta editorial hecha (la hice hace un mes o así), pero me falta revisarla y terminar de pulirla. Lo que no he hecho aún es buscar editorial. Conozco algunas en la que podría encajar, pero no he investigado a fondo (pronto tendré que hacerlo).
      Gracias a Esther sé que hay editoriales «pirata» y la verdad es que me da un poco de cosilla toparme con una así. También he leído las experiencias de algunas personas con editoriales de ese tipo (creo que leí una tuya, si no recuerdo mal) y ya voy con pies de plomo.
      No sé si en un futuro publicaré un avance en el blog.
      ¡Muchas gracias por tus ánimos y por tus consejos!
      Un saludo.

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  2. Corregir es una tarea agotadora. Yo acabé hartístima de mi novela al corregirla una, y otra, y otra, y otra vez. ¡Y aun así sigo encontrándole fallos! Es uno de los males de los escritores, que, me temo, nunca se irán. Así que lo que queda es estar orgullosos de nuestro trabajo, y no solo del resultado (que también, oye).

    No tengas prisa en publicar la novela si no te ves preparada. Yo escribí cinco novelas antes de enviar la que ya sabes a un concurso, ¡solo enviarla! Cada cosa a su tiempo.

    Enhorabuena por el curro, Edurne. Me alegra haber seguido el proceso y ver que lo has terminado. :**

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    1. Hola, Laura.
      Sí que me gustaría publicar mi novela, pero sólo de pensarlo... ¡uff! Aún me tengo que mentalizar mucho y probablemente tarde varios meses antes de lanzarme a la piscina.

      Muchas gracias. :*

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