Autora: Caitlin Moran.
Editorial:
Anagrama.
Traducción: Gemma Rovira.
Género: ficción.
Número de páginas: 395.
Encuadernación: Tapa blanda con
solapas.
Precio: 20’90€.
Sinopsis:
Si eres una adolescente con unos kilos
de más, te masturbas con sigilo para no despertar a tu hermano pequeño, vives
en Wolverhampton, formas parte de una familia numerosa con una economía
precaria, tienes un padre con aspiraciones nunca cumplidas de triunfar en la
música, que abusa de la botella, y una madre depresiva, la vida puede ser un
asco. Si para colmo haces el ridículo en la televisión local leyendo un poema,
probablemente ha llegado el momento de tomar una decisión drástica. Empezando
por cambiarte el nombre.
Así es como Johanna Morrigan se
convierte en Dolly Wilde y, sin haber cumplido la mayoría de edad, empieza a
dedicarse a la crítica musical en una revista londinense. Y, entre concierto y
concierto, la protagonista y narradora de esta novela de iniciación relata sin
pelos en la lengua su empeño en convertirse en adulta a base de fumar, beber y
dejar de masturbarse con artilugios variopintos para pasar al sexo con hombres
no menos variopintos, entre ellos un músico de Brighton poseedor de un miembro
viril inhumanamente descomunal.
La autora deja muy claro desde el
principio que esto es una novela y no una autobiografía, pero su personaje
comparte no pocas experiencias vitales con ella. Después de su explosivo cóctel
de feminismo antidogmático e impagables consejos sobre asuntos como la ropa
interior, la depilación y el amor en Cómo ser mujer, Caitlin
Moran continúa su rompedora indagación en los vericuetos de la
feminidad con esta narración escrita con realismo descarnado y humor procaz. La
suya es ya una voz femenina imprescindible: contundente, díscola y sobre todo
muy, muy divertida.
Opinión personal:
Decidí comprarme este libro porque
estuve buscando en el catálogo de Anagrama libros de autoras —nadie me lo
recomendó, ni lo vi reseñado en ningún sitio— y este fue uno de los que me
llamó la atención.
No quiero hablar mucho del libro
porque la sinopsis cuenta demasiado de él, así que me voy a centrar
directamente en los aspectos positivos y negativos.
Puntos negativos:
No he podido empatizar con la
protagonista. En ningún momento me he visto reflejada en ella, en su forma de
pensar, en sus aspiraciones, etc. Tampoco me ha despertado lástima —Johanna se
pasa toda la novela tomando malas decisiones—, ni he vivido las situaciones de
«humor» como divertidas. Todo esto se debe a que Johanna es un personaje muy
muy influenciable, sin personalidad. TODO lo que hace lo hace para agradar a
otros, rara vez actúa por ella misma. Mantiene relaciones sexuales sin
protección, se emborracha constantemente y se droga porque está de moda, porque es
lo que hacen todos los de su círculo cercano. Puedo entender que ha vivido en
un ambiente complicado —pobreza, padre alcohólico, etc.— y que eso la ha
condicionado a la hora de desarrollar su personalidad, pero eso no es excusa
para tomar malas decisiones sabiendo que están mal. La protagonista se mueve
por la historia de cagada en cagada y sólo es justo al final del libro cuando
se da cuenta de las cosas que ha hecho y decide cambiar. Pero claro, ese cambio
el lector ya no lo ve porque se termina la historia. El cambio que ve el lector
a lo largo de la obra es negativo.
Por otro lado, hay muchas situaciones
en el libro que intentan ser cómicas, pero que se deshinchan y pierden fuerza.
Al estar narrado en primera persona por Johanna, podemos ver en ella un humor
ácido muy negro que impregna cada uno de sus pensamientos y diálogos. He de
reconocer que algunas situaciones sí que me han hecho gracia, pero la mayoría
ni siquiera han conseguido hacerme sonreír. Supongo que esto también dependerá
del humor que tenga el lector y de cómo afronte la lectura del libro. Pero
vamos, que hay escenas que sobran completamente:
¡Aviso: spoiler a
continuación!
En la página 364, Johanna se encuentra
tan mal que decide autolesionarse y se hace unos cortes en el brazo con una
chuchilla formando unas letras, pero se equivoca y escribe las letras mal sin
darse cuenta. Va a la habitación de su hermano mayor y ocurre el siguiente
diálogo:
[…]
—¿NWA? —dice sin poder creer lo que
ve. Vuelvo a mirarme el brazo.
Sí, los cortes forman las letras
«NWA». Ahora parezco fan de los Niggas With Attitude más chiflada del mundo.
—¡Ha sido un accidente! —le aseguro—.
¡Esto no es una declaración, es una
errata! ¡Es muy difícil escribir con una hoja de afeitar! ¡No miraba lo que
hacía, de verdad! Ya lo arreglarán después los correctores.
Mi hermano sigue mirándome el brazo.
—Estás loca.
—¡Sí! ¡Estoy loca! —Me pongo a llorar
a moco tendido.
[…]
Bueno, ¿por dónde empiezo?
Que se utilice la ficción para hacer
humor de algo tan serio como las autolesiones me parece de muy mal gusto, por
no decir horrible. Además, es que la autora ha metido el cliché de las chicas
adolescentes fans de X grupo de música que se hacen cortes por sus ídolos —en
ese tema no voy a entrar porque acabaría haciendo un ensayo en vez de una
reseña—, ha RIDICULIZADO las autolesiones, las ha dejado en nada, en algo banal
y, encima, ha tachado a la protagonista de loca. (Evidentemente no está loca,
pero ya sabemos que todos los que se autolesionan lo están, ¿no?). En fin, he
de decir que esta escena me afectó bastante y me llegué a sentir insultada.
¡Fin del spoiler!
Otro punto negativo es que la autora
ha concentrado en Johanna todos los clichés adolescentes habidos y por haber:
la necesidad de perder la virginidad cuanto antes porque si no eres una pringada
(¿Hola?), la alcoholemia, la drogadicción, la necesidad de verse aceptada en un
grupo social sin importar lo mierdas que sean los componentes de ese grupo y
sin importar cuánto te rebajes para conseguir formar parte de él, la inmadurez
a la hora de tomar decisiones, la inestabilidad emocional y las enfermedades
mentales, etc. Y claro, ha convertido a Johanna en una adolescente repelente,
que para buscar su personalidad hace cualquier cosa. Por eso no he podido
identificarme con ella.
Además, la lectura del libro se me ha
hecho lenta y un poco pesada. Supongo que esto se debe al rechazo que me
producía Johanna y a que no pasan grandes cosas en la trama; sólo situaciones
incómodas y desagradables para la protagonista, de las que siempre consigue
hacer humor ácido.
A un nivel más técnico, debo decir que
el libro está repleto de palabras en cursiva.
Y cuando digo repleto es que en cada página hay tres o cuatro palabras en
cursiva, algo que veo completamente innecesario. Sí que creo que debe usarse
a la hora de poner el título de alguna
canción, etc., pero es que la autora las ha usado para enfatizar cosas que realmente no
hacían ninguna falta, lo cual ensuciaba la lectura. ¿Entendéis?
Puntos positivos:
La autora ha sabido reflejar bien el
aire decadente que envuelve a la protagonista.
Me he encontrado muy pocas erratas en
el libro, no recuerdo cuántas exactamente, pero creo que no pasan de tres.
¡Hola! Pues vaya decepción, lo único que se me ocurre es que haya querido reflejar hasta donde podemos llegar a perdernos a nosotros mismos...o algo por el estilo.
ResponderEliminarDe momento no creo que lo lea jajaja
Un beso
¡Hola, Guacii!
EliminarEs posible que tengas razón. He leído algunos comentarios de personas a los que el libro les ha encantado y les ha hecho reír un montón, pero no ha sido mi caso.
Un beso. :)
<3 amo como reseñas empezare a seguirte me gusta c:
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