Reseña de «Violación: una historia de amor».

Título: Violación: una historia de amor.

Autora: Joyce Carol Oates.

Editorial: Papel de liar.

Traducción: Santiago Roncagliolo.

Género: ficción, drama, crítica.

Número de páginas: 174.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

Precio: 14’72€.

Sinopsis:

Teena Maguire nunca debió tomar aquel atajo del parque para volver a casa un cuatro de julio. No después de la medianoche. No con la ropa que llevaba: camiseta de tirantes, pantalones cortos y sandalias de tacón alto. No con Bethie, su hija de doce años. No con manadas de jovencitos desatados por las hormonas, el alcohol y la necedad. Víctima de una violación en grupo, dejada por muerta en un inmundo cobertizo, esa mujer antes vital y animosa ahora solo puede lamentar haber sobrevivido. Y los ojos de la niña que presenció la fechoría sarán también testigos de ese lamento.

Al hilo de una prosa envolvente, a un ritmo implacable e hipnótico marcado por gritos al amanecer y murmullos de pavor cuando cae la tarde, Joyce Carol Oates va tejiendo con sobria maestría la historia de las víctimas, los victimarios y el inesperado paladín de una justicia taciturna pero inexorable, un hombre que conoce el significado de la decencia y la amistad (o tal vez del amor).

Opinión personal:

Muchos ya lo sabréis y otros os enteraréis ahora: Joyce Carol Oates es mi autora favorita, así que cuando descubrí este libro me propuse leerlo sí o sí (a pesar de su dura temática).

Pues bien, como viene siendo costumbre, ha cumplido mis expectativas con creces. Vamos con lo bueno y lo malo:

Puntos negativos:

Tiene erratas. Diría que más de cinco y probablemente sobrepasen las diez. Esto es algo que me da mucha rabia, especialmente cuando las encuentro en obras de mis autores favoritos o en historias que me están gustando mucho. Además, en este caso es evidente que no son despistes de la autora, sino del traductor. Esto puede pasar y es lógico que suceda, pero para eso están los correctores: para pulir al máximo los manuscritos. Pues bien, aquí los errores son tan evidentes que me da la sensación de que la corrección o no se ha hecho, o se ha hecho mal. Algunos ejemplos de erratas son:

[…] llevaba de fiesta desde la tarde, os podéis figurara el estado en que llegó a la medianoche. […] Pág. 14.

[…] Era huraño y astuto, como un mono que esconde su un juguete. […] Pág. 15.

[…] Te sentiste avergonzada por el follón que tu madre montaba ante un tejado con apenas de cinco metros de altura […]. Pág. 31.

Pero bueno, para aquellos lectores que sean menos tiquismiquis que yo, no creo que les suponga un mayor inconveniente.

Puntos positivos:

El más importante de todos: la obra es una crítica bestial al machismo y, sobre todo, a los constantes prejuicios que se tienen sobre las víctimas de violencia machista —en este caso, de una agresión sexual—, y a cómo se cuestiona a las víctimas desde todos los ámbitos: social —los vecinos, conocidos de la víctima—, periodístico —los medios de comunicación aprovechándose de la situación para ganar audiencia, o las contantes noticias que no hacen otra cosa que revictimizar a la víctima— y judicial —la justicia que abandona a las víctimas en lugar de protegerlas—. Esto es necesario aclararlo porque el título puede confundir al lector y hacerle pensar que se está romantizando una violación. NO es así. En ningún momento sucede. La «historia de amor» no nace entre la protagonista y uno de sus agresores, sino que se produce a raíz del suceso traumático. Y ni siquiera es una historia de amor al uso, pero eso lo dejo en el aire para quien la quiera descubrir.

Por otro lado, el narrador está muy muy bien escogido. Aparecen dos narradores: un narrador equisciente que sigue al «inesperado paladín» y a alguno de los agresores, y un narrador que se dirige al lector como si este fuese Bethie, la hija de Teena (al fin y al cabo, la hija es otra víctima). De este modo, la novela se centra en la historia de las dos mujeres utilizando a la niña como foco y es a través de ella como obtenemos información sobre el estado de salud —física y mental— de Teena.

Otra cosa que está súper bien hecha es cómo se muestran todas las consecuencias de una agresión sexual y no solo eso, sino todas las vidas que se destruyen por un acto tan egoísta y perverso. Como podréis imaginar, la protagonista no es la única afectada: también lo es su hija, los familiares, la pareja de Teena y sus amigos, que ven el estado en el que está sin poder hacer nada para evitarlo. Como he mencionado anteriormente, todas estas personas se ven afectadas, además, por la repercusión mediática del caso, por una justicia cuestionable y por el acoso que empiezan a sufrir por parte de los familiares y amigos de los agresores, que no creen a Teena y la convierten en la culpable de su desgracia. Es decir, se critica también que en muchos de estos casos, los agresores acaben convirtiéndose en las víctimas de la víctima. Terrible.

Por último, debo aclarar que no se describe explícitamente la agresión sexual grupal (lo cual es de agradecer, por cierto). La historia se centra, sobre todo, en las consecuencias que tiene sobre la vida de la protagonista, pero no se regodea en descripciones morbosas de ese acto tan infame. Aun así, si os afectan mucho estos temas, os aconsejo que NO leáis la historia. Podría haceros sentir muy mal y no creo que sea una obra para todo el mundo, la verdad.

En resumen: es una novela corta con una crítica excelentemente llevada, donde se muestran todas las consecuencias que sufren las víctimas de agresiones sexuales. La corrección podría mejorarse pero, en general, es una obra muy recomendable (sobre todo para concienciar a la gente).

Puntuación: los que me conocéis desde hace tiempo sabréis que este tipo de obras, aunque sean de ficción, no me gusta puntuarlas. Tiene una temática tan dura que me sentiría mal si tuviera que ponerle una nota, así que la dejo como una obra excelente de Oates que no le recomendaría a cualquiera.