Reseña de «Piso para dos».

Título: Piso para dos.

Autora: Beth O’leary.

Editorial: Suma de letras.

Traducción: María del Mar López Gil.

Género: romántica.

Número de páginas: 494.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

Precio: 19’90€.

Sinopsis:

Tiffy Moore necesita un piso barato, y con urgencia. Leon Twomey trabaja de noche y anda escaso de dinero. Sus amigos piensan que están locos pero es la solución ideal: Leon usa la cama mientras Tiffy está en la oficina durante el día y ella dispone del apartamento el resto del tiempo. Y su modo de comunicarse mediante notas es divertido y parece funcionar de maravilla para resolver las vitales cuestiones de quién se ha acabado la mantequilla, cuántos cojines son demasiados y si la tapa del váter debería estar subida o bajada.

Claro que si a eso se añaden exnovios obsesivos, clientes exigentes, hermanos encarcelados por error y, lo más importante, el hecho de que aún no se conocen, Tiffy y Leon están a punto de descubrir que lograr la convivencia perfecta no es fácil. Y que convertirse en amigos puede ser solo el principio...

Opinión personal:

Después de ver este libro por todas partes —y de leer tan buenas opiniones— me animé a leerlo. Me ha gustado bastante porque, entre otras cosas, se sale de la línea habitual de las novelas románticas.

Vamos al grano:

Puntos negativos:

No me ha terminado de convencer la trama secundaria del «hermano encarcelado por error». No sé muy bien por qué, pero me ha resultado indiferente (supongo que porque le restaba protagonismo a la trama principal).

Por otra parte, los personajes secundarios me han pasado un poco sin pena ni gloria (sobre todo las amigas de Tiffy: Gerty me ha parecido insoportable y Rachel y Katherin, tan iguales que me costaba diferenciarlas).

Puntos positivos:

El argumento de dos personajes comunicándose a través de notitas porque nunca coinciden en el mismo espacio ni en el mismo tiempo me parece original y romántico (los personajes podrían comunicarse a través de redes sociales o por mensajes de WhatsApp, pero prefieren hacerlo de forma epistolar).

Otra de las cosas que me ha encantado es que los protagonistas NO son normativos: no están físicamente idealizados y tienen personalidades muy marcadas (cada uno a su manera). Además, su relación se cocina a fuego lento, con un ritmo pausado y adecuado para la trama. Y, ¿sabéis qué es lo mejor de todo? ¡que se denuncian las relaciones tóxicas y se muestra una relación de pareja completamente SANA!

Sí, así es: a lo largo de la novela se van dando pistas de lo que nunca debe ocurrir en una relación sentimental —ni, en realidad, de ningún tipo—, se señalan los comportamientos tóxicos y, de una forma muy adecuada, se le explica al lector cómo se sienten las víctimas de este tipo de maltrato (porque sí, es maltrato). Además, el hecho de que también aparezca una relación de pareja sana es perfecto porque el lector puede ver las diferencias entre una relación y otra, y diferenciar claramente lo que está bien de lo que está mal (esto es maravilloso para todas aquellas lectoras adolescentes que no pueden verlo por sí mismas). Y la guinda del pastel: a través de los personajes, por sus actos, se anima a la gente a que denuncie a la policía el maltrato y a que acuda a terapia si así lo necesita. Bravo por la autora, porque conseguir algo así sin poner discursos en boca de sus personajes es todo un logro.

Por último, debo decir que no me he encontrado ninguna errata. Lo mismo se me ha pasado alguna, pero no creo que sea el caso. La traducción me ha parecido muy acertada y la corrección y la edición del libro, también.

En resumen: es una novela que se desmarca de la romántica tradicional, donde a través de la trama se comparan las relaciones sanas y las tóxicas, denunciando de forma muy efectiva estas últimas.

Puntuación: 8’7.