Empezamos el año y no podía ser de otra forma que
hablando de mis lecturas venideras. Los libros que voy a mencionar a
continuación me los han regalado en Navidad y Reyes y estaban en mi lista de
pendientes, así que durante los próximos meses los devoraré encantada.
Como es lógico, en el futuro publicaré sus
respectivas reseñas, pero de momento sólo puedo poneros las sinopsis y
explicaros por qué los he elegido.
Allá vamos:
La joven de la perla, de Tracy Chevalier.
¿Quién es esa muchacha que parece sonreírnos, bajo
un complicado tocado azul, con una perla como único adorno? La modelo que utilizó
Johannes Vermeer en uno de sus cuadros más famosos y admirados es un misterio
que Tracy Chavalier tomó como punto de partida para escribir una de las mejores
novelas históricas de nuestro tiempo: La
joven de la perla.
En ella Griet, una muchacha holandesa de dieciséis
años, entra a formar parte del servicio del afamado pintor Johannes Vermeer.
Allí, seis niños malcriados campan por sus respetos bajo la volátil mirada de
Catharina —la mujer del pintor—, su madre —Maria Thins— y un ama de llaves
—Tanneke— leal a las dos mujeres que regentan la casa. Griet tiene una manera
particular, llena de devoción, de mirar lo que la rodea. Una sensibilidad que,
a pesar de la distancia que marca la educación y la clase social, coincide con
la de Vermeer. Algo que él ha percibido y que le ha llevado a introducirla en
su mundo de artista. La intimidad que crece entre ambos, los rumores que
proceden de la envidia, la lujuria de Van Ruijven, mecenas del pintor, y los
celos de las mujeres harán que, tarde o temprano, llegue el escándalo.
He de confesar que leí el libro en mi adolescencia,
durante el Bachillerato. Me lo dejó una amiga de mi madre y me encantó. Y no
solo eso, sino que la película me parece una excelente adaptación, con unos
actores maravillosos. Así que, ¿por qué no releerlo?
La noche que llegué al castillo, de Emily Carroll.
Tras alargadas sombras e infinitos pasillos algo se oculta en
el castillo y nadie ha salido vivo de allí para contarlo. Una nueva visitante,
la chica con cara y orejas de gato, quiere lograrlo, y para ello está decidida
a matar a la Condesa, ama y señora del castillo, ser aterrador multiforme cuyo
reinado de terror la encumbra en un halo de vampiresa intocable e insaciable.
Chica-gata y Condesa pronto establecen una relación lujuriosa
cuya mutua fascinación las llevará a un encuentro final fatal.
Diario de una adolescente, de Phoebe Gloeckner.
«No recuerdo haber nacido. Era una niña muy fea. Mi aspecto
no ha mejorado, así que supongo que fue un golpe de suerte que él se sintiera
atraído por mi juventud».
Así empieza el diario de Minnie Goetze, una chica de quince
años que descubre su sexualidad en la libertina San Francisco de los setenta.
Minnie se acuesta con el novio de su madre y es demasiado tímida para hablar
con los chicos de la escuela. Con una hábil mezcla de narrativa verbal y
visual, este complejo retrato es un agudo análisis de la sociedad adulta a
través de la mirada de una joven que entra en la madurez sin guía ni
supervisión. Una historia honesta, extrema, apasionada, sin flores ni peluches,
sexual y polémica.
Vi la película hace unos años y me chocó bastante (no solo
por la historia en sí, sino por la increíble interpretación de los actores). Es
una de esas historias incómodas de ver/escuchar y sé que el libro va a ser
igual —o más— incómodo de leer. Pero a mí me encantan las historias ficticias
perversas, no lo puedo evitar. Qué le voy a hacer.
El precio de un ángel de cobre, de Marta Cerviño.
Hay historias que permanecen inmutables,
encerradas en un libro.
Otras viajan de aldea en aldea, por los caminos,
y crecen según quién las cuente.
Hay historias capaces de romper
candados y puertas.
Como la de Jimena.
Vivía encerrada hasta que el buhonero
llamó a su puerta.
Y le regaló un cuento y una vela
a cambio de unas monedas.
Luego vinieron más cuentos…
Este libro lo conocí gracias a la reseña de un blog. Me interesó,
además de por la sinopsis, por las ilustraciones (son de Núria Tamarit). La
edición del libro es preciosa (ya hablaré de ella en la reseña, porque es digna
de mención). En fin, creo que este libro va a ser de esos conmovedores que
dejan un buen sabor de boca, una lectura ligera para leer tranquilamente entre
lecturas más pesadas. Espero no equivocarme y que no me decepcione.
Érase una vez dos princesas, de Katie O’Neill.
«A veces pienso que habría sido mejor no ser una princesa».
Cuando la intrépida Amira rescata a la dulce Sadie de la
torre donde ésta se encuentra prisionera, ninguna de las dos esperaba que su
planificada vida diera un vuelco. A medida que el vínculo entre ambas se hace
más fuerte, descubren que juntas pueden afrontar sus miedos, aprender a
aceptarse a sí mismas y llegar a ser el tipo de princesa que realmente querrían
ser.
Acompaña a Sadie y a Amira en esta vuelta de tuerca a los
cuentos de hadas clásicos que derriba uno a uno los clichés del género para
descubrir qué significa realmente aquello de «ser felices para siempre».
Me encantan los cuentos clásicos y las adaptaciones que hizo
Disney, pero también me apetece leer cuentos con más variedad de personajes
(LGTB, racializados, con diferentes metas personales, etc.). Es por eso que me
he decantado por esta novelita gráfica. Tengo la sensación de que va a ser
demasiado infantil para mí y que yo no entro dentro del público objetivo al que
va dirigida, pero me hace ilusión leerla y creo que para niños y adolescentes
podría ser muy una buena opción de lectura. Cuando la lea y escriba la reseña,
veréis si he acertado en mis suposiciones.
Thornhill: orfanato para chicas, de Pam Smy.
Ella ha vuelto.
Del miedo me entran
escalofríos, que me recorren
la espalda desde la nuca.
¿Y ahora qué hago?
En Thornhill, un orfanato encantado, el terror puede no venir
de los fantasmas, sino de las niñas que duermen a tu lado. Y la amistad, de las
que leen tu diario muchos años después…
Rojo, blanco y sangre azul, de Casey McQuiston.
Alex Clarademont-Díaz, el hijo milenial de la presidenta de
los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca:
atractivo, carismático e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al
príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Así que, cuando la prensa
sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex
y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrían.
Ambos países trazan un plan para paliar los daños. Lo que
empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en
algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado.
¿PUEDE EL AMOR CAMBIAR EL MUNDO?
Este libro se lo he visto recomendado tanto a reseñadores
como a booktubers y, sinceramente, me apetece mucho leerlo. Tiene pinta de ser
una lectura muy ligera y amena, perfecta para combinar con novelas más largas.
¡Tengo muchas ganas de leerlo esta primavera!
Estos han sido algunos de los libros que pretendo leer en
este 2020 (tengo algunos otros pendientes que aún no os he enseñado, pero próximamente
los conoceréis). Espero que os hayan llamado la atención y, de ser así, que os
animéis a darles una oportunidad.
¡Nos
leemos en la próxima entrada!
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