Autora:
Magela Ronda.
Ilustradora:
Esther Gili.
Editorial: Norma
Editorial, (Astronave).
Género: novela gráfica/cuento ilustrado, romántica.
Número
de páginas: 64.
Encuadernación: Tapa dura.
Precio: 19’95€.
Sinopsis:
La historia de Cian y Olmo que, ilustrada por la
maravillosa Esther Gili, conquistará a los lectores de todas las edades.
Escrito con toda la experiencia que tiene Magela y dibujado
con la delicadeza de Esther, El lenguaje de las olas conquistará
a todos. Esta es la historia de Cian, a quien el mar protege y ama, y de Olmo,
que siempre se ha mantenido en tierra firme y de cómo al encontrarse el uno al
otro, todos sus cimientos se ponen a temblar. Una historia de amor, con el mar
como tercer protagonista, en la que transformarse es tan importante como saber
renunciar.
Opinión personal:
Este libro se lo vi recomendado a un booktuber y, cuando lo leí, me encantó de principio a fin. Así, tal
cual. Si pudiera volver atrás, volvería a pagar gustosamente el precio de la
compra. Voy a explicaros por qué.
Puntos negativos:
Sinceramente creo que lo único malo del libro son dos cosas:
su corta extensión y el formato. Y, aun así, estoy diciendo esto por decir
algo.
La historia nos presenta a dos personajes: Cian, una chica
atada al mar, y Olmo, un chico atado a la tierra. En cuanto se conocen, la
atracción es inevitable, pero sus diferencias son evidentes. ¿Qué falla aquí?
Tal vez, que —en mi opinión— todo es muy precipitado. Sin embargo, debemos tener
en cuenta que, más que una novela gráfica, es un cuento ilustrado. Tiene un
planteamiento, un nudo y un desenlace, pero es muy breve. Los personajes,
aunque tienen unas características bien definidas, son un poco etéreos.
Por otro lado, el formato del libro puede resultar incómodo
si lo quieres leer en el metro o en un sillón/sofá. Tened en cuenta que es
prácticamente cuadrado y bastante grande (28 x 31 cm.), por lo que resulta
aparatoso ponerlo en vertical o inclinado. En mi opinión, es un volumen para
ser disfrutado horizontalmente en una mesa, con calma y tranquilidad.
Puntos positivos:
La historia está escrita con un lenguaje precioso, casi
poético. Yo diría que es etéreo y muy evocador. Esto fue una de las cosas que
más me gustó.
Asimismo, las ilustraciones son una maravilla (todas las
páginas están ilustradas). Estoy prácticamente segura de que la ilustradora ha
utilizado acuarelas —o gouache— para
realizarlas. Se nota mucho su pincelada suelta y segura, las aguadas y las
texturas. Una de las cosas que me llamó la atención al leer el libro fue que, a
pesar de que el mar está muy presente, la gama de colores es cálida. Sólo hay
un punto en el que es más fría, pero en un vistazo general predominan los
colores anaranjados, marrones y rojos frente a los azules.
La edición está muy cuidada. El texto y las ilustraciones se
complementan de manera equilibrada y hacen que la lectura sea tranquila y
contemplativa.
Una de las ilustraciones de Esther Gili que incluye el libro. |
Por último, decir que la historia es muy bonita. Esto es subjetivo,
pero a mí personalmente me encantó. No es nada del otro mundo, pero el estilo
narrativo y las ilustraciones la hacen muy especial.
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