Título: Guardianes de la Ciudadela I: El Bestiario de
Axlin.
Autora:
Laura Gallego.
Editorial: Montena.
Saga: 1/3.
Género: fantasía.
Número
de páginas: 508.
Encuadernación: Tapa dura.
Precio: 16’95€.
Sinopsis:
En un mundo lleno de monstruos, solo un libro
puede salvarnos.
El mundo de Axlin está plagado de monstruos.
Algunos atacan a los viajeros en los caminos, otros asedian las aldeas hasta
arrasarlas y otros entran en las casas para llevarse a los niños mientras
duermen.
Axlin ha crecido sabiendo que la próxima
puede ser ella, por eso se ha propuesto descubrirlo todo acerca de los monstros
y plasmarlo en un libro que pueda servir de guía y protección para otras
personas.
Pero pronto se da cuenta de que si realmente
quiere salvar a alguien tendrá que salir de su aldea y recorrer el ancho e
ingenuo mundo de ahí afuera.
A lo largo de su viaje descubrirá cosas que
jamás habría imaginado cuando partió.
Opinión
personal:
Tenía muchas ganas de leer algo nuevo de
Laura Gallego, mi escritora favorita durante toda mi adolescencia y parte de mi
edad adulta. He de decir que el último libro que me leí de ella fue Omnia: todo lo que puedas soñar y,
aunque me gustó, me pareció más apropiado para un público infantil. Creo que
después publicó Cuando me veas, pero
fue un libro que no me llamó nada la atención, así que tuve que esperarme a su
siguiente publicación: Guardianes de la
Ciudadela I: El Bestiario de Axlin.
Y, bueno, me ha gustado. Creo que me ha
gustado más que por la historia, por las ganas que tenía de leerla a ella, a su
estilo limpio y pulido. Siendo sincera, la historia tiene algunas cosas que me
han rechinado bastante.
Vamos por partes:
Puntos negativos:
La primera vez que vi la portada, nada más
verla, lo primero que pensé fue que me recordaba muchísimo a otra. Enseguida
supe a cuál: El nombre del viento, de
Patrick Rothfuss. Investigando un poco, me he dado cuenta de que no he sido la
única que se ha percatado de esto. No ha sido una paranoia mía: las portadas se
parecen demasiado. Mirad:
Ambas tienen un fondo oscuro donde una figura
en sombras destaca sobre un halo de luz. A su alrededor hay ramas y hojas que
la enmarcan como si fuera un cuadro. Los colores también se parecen: verdes y
dorados. Uff. Voy a ir con buena fe y diré que, más que copiarse, el ilustrador
de El bestiario de Axlin se «ha
inspirado» en la portada de El nombre del
viento para hacer su trabajo. Estas cosas pueden pasar. Pero bueno, es algo
que a mí personalmente no me gusta nada.
Por otro lado, Laura Gallego parece que también
se ha inspirado en otros libros para hacer su historia. Por ejemplo: uno de sus
personajes empieza con una personalidad A y, debido a un suceso importante, su
personalidad se convierte en B, pero en un B drástico y radical. Esto sería
perfecto si no lo hubiéramos visto ya en sus libros Todas las hadas del reino —en el personaje de Camelia— y en la
trilogía de Memorias de Idhún —en el
personaje de Kirtash—. Me ha parecido un tanto repetitivo, la verdad.
Además, como bien dice Laura Tvdb en su
reseña, uno de los monstruos que aparecen en su libro es prácticamente el mismo
que otro que aparece en la trilogía de Los
juegos del hambre, de Suzanne Collins. Es que hasta la situación límite en
la que se presenta el monstruo es parecida a la de los otros libros. No voy a
decir que esto esté hecho así adrede porque no lo sé, sólo sé que hay
situaciones en el libro que se parecen mucho a otras de otros libros y eso
vosotros, los que me leéis, tenéis que tenerlo en cuenta.
De todas formas, Suzanne Collins basó su
trilogía en Battle Royale, de Koushun
Takami, y eso fue bastante más descarado que esta inspiración de Laura Gallego.
Siguiendo con las cosas que me han chirriado,
en un momento puntual del libro las personas se dividen en dos grupos: hombres
y mujeres. Al parecer, es así porque cuando estaban juntos se sentían atraídos
hacia el sexo opuesto y esto entorpecía el fin de ese grupo. Entonces, ¿no
existe la homosexualidad en el mundo de Laura Gallego? ¡Eso sí es fantasía y no
que haya monstruos asaltando aldeas y caminos! En serio, eso fue una de las
cosas que más me molestaron de la historia. Es que es inverosímil
completamente. Pero en fin, ya sabemos la polémica que hubo cuando dijo que
introducir adrede personajes LGBT en las historias era escribir un panfleto.
(Si queréis más información sobre este tema, click aquí).
Puntos positivos:
Su estilo es muy sencillo, pero al leerlo se
siente pulcro y limpio, bien pulido.
Además, nos ha sorprendido otra vez con un
mundo lleno de criaturas diversas. Hay innumerables monstruos y cada uno tiene
una función y características distintas. El bestiario que ha creado para Axlin
es muy completo, está muy bien estudiado.
Los personajes son atractivos. No me refiero
al físico, sino a la personalidad. Tienen esa esencia que los hace reales, de
carne y hueso. Asimismo, hay una trama romántica que puede gustar mucho a los
jóvenes. Yo personalmente tengo sentimientos encontrados al respecto: pienso
que el romance es precipitado y previsible, pero al mismo tiempo creo que,
dadas las circunstancias —los personajes viven en un mundo muy peligroso y no
saben cuándo será el próximo ataque de los monstruos que les haga perder la
vida— me parece normal esa necesidad de contacto y de rapidez.
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