Reseña de «Aquel verano».

Título: Aquel verano.

Autora: Mariko Tamaki.

Ilustradora: Jillian Tamaki.

Editorial: La cúpula.

Traducción: Natalia Mosquera.

Género: ficción, drama.

Número de páginas: 319.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

Gama cromática: monocromía azul.

Precio: 24’90€.

Sinopsis:

Un verano inolvidable.

Rose y sus padres han veraneado en Awago Beach desde que ella era una niña. Es su escapada anual, su refugio. Su amiga Windy también está allí siempre, la hermana pequeña que nunca tuvo, completando su familia de verano.

Pero este verano es diferente.

La madre de Rose y su padre no dejan de discutir, y Rose y Windy se han visto envueltas en una tragedia que se cierne sobre el pequeño pueblo costero. Es un verano de secretos y angustias, pero al menos se tienen la una a la otra.

En Aquel verano, las primas Mariko y Jillian Tamaki, autoras de la galardonada Skim (Ediciones La Cúpula), redefinen la novela gráfica adolescente. Espléndida, desgarradora y en última instancia un soplo de esperanza, esta obra es una mirada vibrante a la juventud y la madurez.

Opinión personal:

Como ya dije en la entrada de mis próximas lecturas, decidí leer Aquel verano tras leer otra novela gráfica de la misma editorial: Cuéntalo. Y, si bien es cierto que Aquel verano no tiene la profundidad de la otra historia, me parece un libro estupendo para alternar entre lecturas más densas.

Puntos negativos:

A decir verdad, le he encontrado pocos. Tal vez me habría gustado que la historia estuviera separada por capítulos, puesto que al no estarlo hay un cambio «brusco» entre escenas. No es algo grave y es posible que a otros lectores esto no les importe, pero a mí es algo que me ha chirriado un poquito.

Pero ya está, no le he encontrado ningún otro fallo.

Puntos positivos:

La historia es muy amena, está ambientada en verano y eso la hace muy adecuada para leerla en vacaciones, cuando necesitéis alguna lectura ligera que os distraiga de algún problema o cuando queráis descansar de libros más pesados.

Por otra parte, me ha gustado mucho cómo Rose vive los conflictos familiares. Cómo los percibe desde su visión de niña que está a punto de convertirse en adolescente. También me gusta la amistad desenfada que mantiene con Windy y que consigue distraerla cuando las cosas en casa se tuercen.

Otra cosa que creo que han sabido representar muy bien es la mentalidad de Rose, que está influenciada por su entorno (familia, amigos, lo que ve en la televisión, lo que escucha de terceras personas, etc.). La niña tiene una mentalidad machista que se refuerza con las relaciones sentimentales que hay a su alrededor, sin embargo, el libro muestra —de forma muy sutil— cómo Rose se va replanteando poco a poco su mentalidad. Vamos, que hay pinceladas de feminismo muy bien integrado en la historia. Aquí no se utilizan a los personajes como un altavoz para gritar los pensamientos de las autoras, sino que el mensaje se transmite disimuladamente para que cale en el lector sin que se dé cuenta.

Por otro lado, las ilustraciones me han encantado. Más allá del estilo de la ilustradora a la hora de dibujar personas —más o menos realistas—, las ilustraciones están muy bien hechas. Solo hay un único color: el azul —muy apropiado para el verano, sobre todo si la historia transcurre en un entorno costero—, pero NO hace que la vista se canse o que las viñetas nos parezcan repetitivas, sino que el conjunto transmite mucha calma y uniformidad. Asimismo, pese a que en la mayoría de viñetas predomina una línea muy marcada, también se han utilizado texturas para dar una mayor expresividad a los dibujos.

A continuación, os enseño algunas fotos tomadas por mí para que veáis mejor a qué me refiero:

Ejemplo de algunas ilustraciones que aparecen en Aquel verano.

Más que la representación de las personas, lo que más me ha maravillado ha sido cómo están dibujados los paisajes (me parece que tienen mucha más riqueza artística, en mi opinión).

Por último, debo decir que, aunque las protagonistas son niñas, la historia la puede leer cualquiera. Si sois adultos, os puede gustar igual. De hecho, yo se la recomendaría a niños a punto de entrar en la adolescencia y también a padres. Creo que sería una buena oportunidad para que viesen cómo pueden pensar sus hijos y de qué forma les afectan los conflictos de los adultos.

En resumen: Aquel verano es una novela gráfica muy amena, muy bien ilustrada, que cualquier persona podría disfrutar.

Puntuación: 8/10.