Mejores lecturas del 2020.

 Creo que todos coincidimos en que este año ha sido complicado. Por mi parte, este último trimestre no he tenido muy buen ojo con las lecturas que he elegido y me he metido de lleno en un bloqueo lector. No obstante, revisando mis novelas leídas a lo largo del año, me he dado cuenta de que sí he disfrutado de unas cuantas historias excelentes y por eso hoy os las quiero recomendar.

Antes de empezar, debo aclarar que los libros que menciono a continuación tienen una puntuación de 9 o superior sobre 10 y que están ordenados de la puntuación más baja a la más alta, siendo el último mi mejor lectura del 2020. Asimismo, todos están reseñados en mi blog, por lo que podéis consultar mi opinión más desarrollada si alguno os llama la atención.

Vamos allá:

El mundo de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, Elio M. García y Linda Antonsson.

Es un libro para fans de la conocida saga Canción de Hielo y Fuego. No es una novela, sino una crónica que describe el maestre Yandel y que le entrega al rey Tommen como regalo. La obra abarca todo el reinado Targaryen y explica las características principales de cada uno de los siete reinos. Por otra parte, también da información sobre las demás localizaciones conocidas del mundo de Hielo y Fuego.

Es un libro grande, pesado y aparatoso, pero merece la pena si te gusta la saga. Además, está ilustrado por veintisiete artistas increíbles.

El precio de un ángel de cobre, de Marta Cerviño.

Una novela que me sorprendió de una forma que no esperaba. Se trata de un compendio de relatos que le cuenta un buhonero pícaro a Jimena, una chica solitaria que vive en una casa demasiado grande. A su vez, la historia del buhonero y Jimena está dentro de otra historia contada por el narrador principal de la obra.

Por si fuera poco, cada relato que narra el buhonero tiene una ilustración hecha por Nuria Tamarit y la edición está muy cuidada.

El Terror, de Dan Simmons.

¿Buscáis historias de terror donde el miedo lo dé el entorno en lugar del típico asesino en serie? Bien, entonces esta novela es para vosotros: basada en una historia real, mezcla sucesos históricos —los barcos HMS Erebus y HMS Terror quedaron atrapados en el Ártico durante una expedición— con una pizca de fantasía (una criatura sobrenatural propia de las leyendas inuits dará caza a los supervivientes que consigan superar el frío, el hambre y las enfermedades).

Con unos personajes bien construidos —y variados, pues algunos entran dentro del colectivo LGTB y tienen un papel importante en la obra— y una trama llena de tensión, es una novela perfecta para las noches de invierno.

Memorias de una geisha, de Arthur Golden.

Una novela biográfica donde su principal fuerte es la voz de la protagonista, una narradora elegante, interesante y capaz de superar los continuos obstáculos que le pone la vida. Además, la ambientación es alucinante y la trama, pese a no tener grandes giros, sí destaca por su ritmo ligero.

El necrófilo, de Gabrielle Wittkop.

Sin duda esta es la obra más asquerosa que he leído en mi vida y, aun así, me pareció una verdadera delicia. No solo impacta las atrocidades que el protagonista narra en su diario, sino la forma tan pulida y elegante que tiene de hacerlo. Y, sobre todo, ese aire embaucador con el que trata de justificar sus horribles actos.

Sencillamente sublime.

Un refugio perfecto, de Pilar Cabero.

De una historia grotesca a más no poder pasamos a otra dulce, conmovedora y tierna, donde la trama romántica —y de misterio— está envuelta en un aire familiar muy agradable. Los protagonistas son personajes redondos y los secundarios no dejan de provocar situaciones de lo más divertidas. Además, el estilo de la autora es elegante y está muy cuidado.

Violación: una historia de amor, de Joyce Carol Oates.

Es una novela corta con una crítica bestial al machismo y a los constantes prejuicios que se tienen sobre las víctimas de la violencia machista. Es una obra dura y no apta para todo el mundo, pero sí muy necesaria para aquellos que se atrevan a leerla.

Cartas a Theo, de Vincent van Gogh.

Creo que puedo afirmar categóricamente que este es el libro que más ha calado en mi corazón. Se trata de un compendio de cartas que el famoso pintor le escribió a su hermano a lo largo de su vida y que le servirán al lector para conocer —y empatizar— con Vincent. Si lo leéis, no volveréis a ver a Van Gogh con los mismos ojos.

 A pesar del año tan extraño que hemos vivido, me alegra haber disfrutado de estas obras y espero que el 2021 me traiga otra tanda de maravillosas lecturas.

¡Nos leemos el año que viene!