Reseña de «Una hermosa doncella».

Título: Una hermosa doncella.

Autora: Joyce Carol Oates.

Editorial: Alfaguara.

Traducción: María Luisa Rodríguez Tapia.

Género: ficción, drama.

Número de páginas: 213.

Encuadernación: tapa dura.

Precio: 19’50€.

Sinopsis:

No existe miedo más primitivo que el miedo a que no nos amen y no nos protejan.

La vida de Katya Spivak, una adolescente de dieciséis años, cambia el día que conoce a Marcus Kidder. Esa mañana de verano ha salido a dar un paseo por las refinadas calles de Bayhead Harbor con los dos pequeños que tiene a su cargo, cuando se le aproxima un elegante y canoso caballero de apariencia inofensiva e incluso agradable. Su preciosa casa, los libros infantiles que ha escrito, su música clásica, las maravillosas obras de arte de su estudio, los generosos regalos que él le hace: la vida del señor Kidder no puede ser más distinta de la monótona existencia de Katya en el entorno obrero de su hogar, ni más tentadora. Sin embargo, con el correr de los días, algo cambia de forma casi imperceptible. Ella sabe lo que hay en juego: él la desea, pero, ¿qué es lo que quiere en realidad de su «hermosa doncella»? Y, ¿hasta dónde llegarán ambos para alcanzar sus metas?

Opinión personal:

Desde que leí Monstruo de ojos verdes —libro que me encantó—, decidí leer más novelas de Joyce Carol Oates, convencida de que sus demás obras me gustarían igual. No me equivoqué: Una hermosa doncella ha sido toda una revelación.

Me leí el libro en apenas nueve horas. Ha sido el que más rápido he devorado, superando las once horas que me duró la autobiografía de Paula Zubiaur, Gritos silenciosos.

Leer Una hermosa doncella ha sido una experiencia espeluznantemente bonita, dulce, perturbadora y triste. Pero bueno, vamos por partes:

Puntos negativos:

Me duele en el alma tener que decir esto, pero, aunque no me he encontrado erratas, sí que me he percatado de que, en algunas oraciones, los signos de puntuación no están usados correctamente. Básicamente, faltan comas. Esto me recuerda a lo que pasó con el libro Sé dónde estás, de Claire Kendal: fue una lectura abrumadora, pero sus páginas contenían bastantes erratas y eso empeoró mi experiencia.

Sin embargo, ya está. No le visto ningún otro punto negativo a esta obra y, teniendo en cuenta lo quisquillosa que soy, eso dice mucho de la calidad que os podéis encontrar en ella.

Puntos positivos:

La trama tiene pinceladas de Lolita, de Vladimir Nabokov, y también de Caperucita Roja (esto es algo que pone en la faja del libro y con lo que yo estoy bastante de acuerdo). A los que les gustase Lolita, este libro es para ellos. Ahora bien, una cosa que diferencia Una hermosa doncella de Lolita es el punto de vista. Y esto, queridos lectores, me ha encantado. En Lolita recibimos la historia a través del protagonista masculino, del agresor que fantasea con la niña y manipula la realidad. Sin embargo, Joyce Carol Oates ha hecho que sea Katya, la víctima, quien transmita sus experiencias al lector desde un narrador en tercera persona que se «implica» con la protagonista. Es maravilloso este punto de vista porque el lector ve en todo momento quién es la víctima y quién el agresor (cosa que puede malinterpretarse en Lolita). Ha sido todo un acierto que la autora mostrase cómo la víctima vive el acoso, los sobornos, las manipulaciones y el maltrato, en vez de centrarse en cómo el agresor distorsiona la realidad para ver cumplidas sus fantasías más oscuras.

Además, toda la psicología de Katya está exquisitamente perfilada. El lector va a comprender que es una cría influenciable, sin autoestima y con un gran deseo de sentirse querida, apoyada y valorada por una figura de apego, lo que la llevará a ceder y a tomar decisiones imprudentes. El lector va a ver sus inseguridades, sus miedos y sus contradicciones (esto es muy importante: la disonancia cognitiva que sufre la chica es brutal, esos sentimientos de atracción y rechazo que le provoca el señor Kidder son completamente habituales dentro de una relación de poder y maltrato, lo cual demuestra toda la documentación que ha hecho la autora para informarse y recrear una relación así. Katya sabe en su fuero interno que el señor Kidder es malo, pero a la vez se culpabiliza y cree que es bueno porque es la persona que «mejor» la ha tratado nunca).

Por otro lado, los personajes están muy muy conseguidos (hasta los secundarios parecen de carne y hueso). Joyce Carol Oates es muy habilidosa para crear personajes redondos, eso es algo que ya tengo comprobado.

El ritmo de la historia, por otra parte, es rápido, pero no precipitado. Desde la primera línea de la primera página, el lector se queda con los ojos como platos. Además, los capítulos son cortitos y siempre acaban con un gancho que anima a proseguir con la lectura.

Asimismo, he de decir que en un punto determinado de la historia ocurre un suceso que provoca que el lector se pregunte qué es más peligroso y terrorífico: un agresor violento al que se ve venir desde lejos, o uno que se esconde tras sonrisas dulces y palabras amables, y que solo desvela su verdadera personalidad cuando ya es demasiado tarde.

Como ocurrió con Monstruo de ojos verdes, Una hermosa doncella también es un libro incómodo de leer, desagradable y escalofriante. No es un libro de terror, pero podría serlo: la mayoría de sucesos horribles que ocurren en la trama están camuflados tras una dulzura y una amabilidad impostadas. Da verdadero miedo cómo se han llevado a cabo las manipulaciones, con que «normalidad» se muestran y cómo consiguen confundir a la víctima.

Me parece alucinante cómo una historia tan corta puede albergar tantísimos detalles, siempre ocultos tras una agradable sonrisa. Es aterrador.

Una hermosa doncella entra de cabeza en mi lista de libros favoritos que me han marcado.

     Puntuación: 9’5/10.