Reseña de «HEX».

Título: HEX.

Autor: Thomas Olde Heuvelt.

Editorial: Nocturna.

Traducción: Ana Isabel Sánchez.

Género: terror.

Número de páginas: 510.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

Precio: 19’50€.

Sinopsis:

Bienvenido a Black Spring, una población pintoresca con un macabro secreto: una mujer recorre las calles con la boca y los ojos cosidos, entra en los hogares y espía a la gente mientras duerme.

La llaman la Bruja de Black Rock.

Los vecinos se han acostumbrado tanto a su presencia que a veces se les olvida lo que ocurrirá si algún día abre los ojos. Para protegerse de curiosos, los fundadores de Black Spring han instalado equipos de vigilancia con los que mantienen la zona en cuarentena. Hasta que unos adolescentes, hartos de su aislamiento, deciden saltarse las normas y convertir la maldición en una experiencia viral.

Nadie se imagina la siniestra pesadilla que entonces los aguarda.

Opinión personal:

No suelo leer libros de terror porque no es un género que normalmente disfrute, y no porque sea una persona asustadiza, al contrario: es casi imposible que un una novela me dé miedo. Sin embargo, me llamó mucho la atención la sinopsis de HEX y por eso decidí darle una oportunidad.

Pues bien, he de decir que me ha producido sensaciones bastante diversas pero en general: no, no me ha dado miedo. Vamos al lío:

Puntos negativos:

Como cualquier persona con dos dedos de frente, estoy en contra del maltrato animal y por eso detesto cuando en las historias de terror —ya sea en el ámbito cinematográfico o literario— sufren o mueren animales. Básicamente me parece un recurso de guion fácil, burdo y barato, muy poco original o innovador, y siento decir que en esta historia aparecen varias escenas donde los animales protagonizan escenas desagradables. Esto, en lugar de asustarme, lo único que conseguía era ponerme de mala leche y que tuviera ganas de cerrar el libro.

Por otra parte, el primer suceso «fuerte» no ocurre hasta pasada la página 190 y no muere ningún personaje importante hasta pasada la página 249 (casi la mitad del libro, vamos). Es decir, la acción, la «chicha» de la historia tarda mucho en verse.

También, sintiéndolo mucho, he de decir que el personaje de la bruja me ha decepcionado. Me esperaba que actuase antes y más, pero bueno, es mi opinión.

Puntos positivos:

A partir de la página 250, la acción se precipita y los sucesos se desencadenan de golpe, por lo que toda la acción le llega al lector como una cascada imparable. A partir de ese momento, la historia se vuelve bastante interesante —e incluso adictiva—, pues lo único que deseas saber es cómo va a concluir todo.

Por otra parte, tiene personajes bien hechos. Mis favoritos han sido Steve Grant, Griselda y Robert Grim que, a mi juicio, han sido los más redondos y mejor desarrollados.

Debo reconocer que, aunque la historia en sí no me ha dado miedo, sí que hubo una escena muy concreta en la que consiguió provocarme un escalofrío y erizarme el vello. Además, me gusta bastante el mensaje que transmite la novela porque estoy muy de acuerdo con él: las personas no aprendemos de la historia y al final acabamos cometiendo los mismos errores una y otra vez.

Por otro lado, me parece que tanto la traducción como la corrección están bastante bien hechas (el texto parece respetar la voz del autor y solo me he encontrado unas cuatro o cinco erratas en más de quinientas páginas).

Por último, he de decir que el final me ha encantado. Creo que está muy bien elegido y que es el mejor que podría tener la novela.

En resumen: ¿Recomiendo HEX? Quizá únicamente a las personas que tengan una tolerancia al terror media y a aquellas a las que no les importe leer escenas donde sufren animales, para que la lean como una historia entretenida, sin más. Si buscáis una historia que os provoque escalofríos constantes y os quite el sueño, y tenéis una tolerancia alta al terror, no creo que HEX sea para vosotros.

Puntuación: 6’7/10.