Reseña de «La hija del tutor».

Título: La hija del tutor.

Autor: Julie Klassen.

Editorial: Palabra.

Traducción: Almudena Ligero.

Género: histórica, misterio, romántica.

Número de páginas: 512.

Encuadernación: Tapa blanda.

Precio: 18’95€.

Sinopsis:

Emma Smallwood vive con su padre viudo en un pequeño internado para chicos de Devonshire, al suroeste de Inglaterra. Después de la partida de su último alumno, Emma decide acompañar a su padre a la casa de un barón y de sus cuatro hijos, situada en la costa de Cornualles. Pero nada más instalarse y empezar a dar clase a los dos hijos más pequeños, comienzan a ocurrir sucesos misteriosos. ¿Quién toca el piano por la noche?

¿Y quién se cuela en la habitación de Emma, dejándole extraños recuerdos?
Los hijos mayores del barón, Phillip y Henry Weston, se enfrentan a sus propios problemas... y a sus propios secretos. Ambos recuerdan a la señorita Smallwood de los días que pasaron en el internado de su padre, cuando era una muchacha tímida y estudiosa. Pero ahora, uno de los dos se siente inesperadamente atraído hacia ella...

Cuando los sucesos extraños se multipliquen, ¿averiguará Emma en qué hermano debe confiar?
Llena de suspense, La hija del tutor lleva a los lectores a la tormentosa costa de Cornualles, un lugar famoso por sus naufragios y sus supersticiones, donde el peligro acecha, la fe se pone a prueba y el amor espera.

Opinión personal:

Me decidí a leer este libro por recomendación de una amiga y, pese a que el inicio me enganchó bastante, conforme avanzaba la trama fui perdiendo el interés. Creo que se ha debido a que, cuando comencé la lectura, me encontraba en mitad de un bloqueo lector y esta novela no logró sacarme de él. Estoy segura de que si la hubiera leído en otro momento, me habría gustado bastante más.

Vamos con lo bueno y lo malo.

Puntos negativos:

El principal que le veo es que la trama y la relación de los protagonistas avanza despacio. Esto normalmente no me parece algo malo, ojo —recordemos que la trama de La dependienta es monótona y el libro me maravilló—, pero debido a mi bloqueo lector, esa lentitud se me hizo cuesta arriba.

Por otra parte, me dio la sensación de que a los protagonistas les faltaba química. Sé que es una novela histórica y que los personajes no pueden coquetear como en el siglo XXI. Sin embargo, llevaba el 60% de la novela leída y aún no se habían rozado una mano, por ejemplo.

Puntos positivos:

Es la primera vez que leo a la autora y su estilo narrativo me ha gustado mucho. Es fino y delicado, pero no está recargado. Imita bastante bien esa sensación «de época» y consigue favorecer la ambientación que, a su vez, es notable.

Los protagonistas —en especial Emma— resultan interesantes. Se ve una evolución en ambos y un cambio en la manera de ver las cosas, lo cual define mejor sus personalidades y los hace más redondos. Los personajes secundarios también están bien perfilados y son un buen apoyo para enriquecer a los protagonistas.

Por otra parte, aparece una trama de misterio curiosa. Es cierto que, si habéis leído Jane Eyre, podréis imaginar por dónde van los tiros. No obstante, quizá os llevéis alguna sorpresa.

En resumen: en mi opinión, a la obra le falta un poco más de ligereza en la trama y un poco más de acción a la relación de los protagonistas. Sin embargo, el estilo de la autora es bonito y muy adecuado para la ambientación de la novela. Además, contiene una trama de misterio bastante decente.

Puntuación: 7/10.